Resumen
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aplazó hasta el 1 de agosto la entrada en vigor de nuevos aranceles, mientras intensifica su presión sobre más de 150 países. Si bien ha logrado avances con aliados como Reino Unido, Vietnam, Filipinas y China, la incertidumbre sigue latente en América Latina. Colombia, en particular, podría enfrentar la permanencia —o incluso el aumento— del arancel general del 10 %, afectando sectores estratégicos como la manufactura. Desde Xemdal analizamos el trasfondo de esta decisión, los países más impactados y cómo prepararse ante este nuevo escenario.

Desde su primera campaña presidencial, Donald Trump ha defendido la idea de que Estados Unidos firmó acuerdos comerciales desventajosos que debilitaron su industria y afectaron el empleo local. Con el lema “America First”, su administración implementó una política proteccionista enfocada en reducir el déficit comercial, reindustrializar el país y renegociar los términos comerciales con sus socios internacionales. Esta postura dio origen a una guerra arancelaria que, tras varios capítulos, suma ahora un nuevo episodio con impacto potencial en más de 150 países.
Aplazamiento de la entrada en vigor: Una jugada estratégica
El presidente Trump ha extendido hasta el 1 de agosto la entrada en vigor de los nuevos aranceles, tras haber postergado inicialmente su aplicación prevista para el 9 de julio. En su plataforma Truth Social, publicó copias de las cartas enviadas a más de 150 países, advirtiendo sobre la imposición de gravámenes del 10 al 15 % si no se alcanzan exigencias específicas o nuevos acuerdos comerciales antes del plazo.
Estas misivas se presentan como “acuerdos”, aunque en realidad buscan ejercer una presión uniforme: todos los países reciben el mismo aviso, sin distinción, y se les advierte que solo aquellos que logren acuerdos favorables con Washington podrían evitar los nuevos aranceles. Al mismo tiempo, el gobierno estadounidense ha enviado cartas específicas a países como Japón, Corea del Sur y Canadá, en las que se anuncian tarifas diferenciadas que pueden llegar hasta el 25 %.
Este aplazamiento responde a una estrategia de doble vía: por un lado, ganar tiempo para negociar sin alterar de inmediato los mercados; por el otro, dejar abierta la puerta a medidas más duras si no se obtienen resultados favorables.
Al mismo tiempo, le permite a Trump reforzar su imagen de liderazgo firme frente a su base electoral, siempre y cuando los efectos en el bolsillo del consumidor estadounidense no se hagan evidentes.
¿Qué países son los más afectados con los nuevos aranceles?
Los países más afectados por la guerra arancelaria impulsada por Estados Unidos son aquellos con alta dependencia de sus exportaciones hacia ese mercado y sin tratados comerciales que les brinden protección. China, el principal exportador mundial, enfrenta aranceles que en algunos productos alcanzan hasta el 55 %, lo que impacta severamente su sector manufacturero. La Unión Europea también está en la mira con tarifas de hasta el 30 % en industrias estratégicas como la automotriz y el acero, lo que ha encendido alertas sobre posibles represalias comerciales.
En América del Norte, México y Canadá operan bajo nuevas tarifas de hasta el 25 %, lo que afecta su profunda interdependencia industrial con Estados Unidos, particularmente en sectores como el automotriz, la maquinaria y los productos agrícolas. En América del Sur, Brasil es uno de los más golpeados: varios de sus productos clave —como el café, el jugo de naranja, la carne y la celulosa— enfrentarán aranceles de hasta el 50 %. Esta medida pone en riesgo su competitividad comercial, incrementa los costos de exportación y podría afectar a miles de empleos vinculados al sector exportador.
Colombia, Chile y Perú, aunque cuentan con acuerdos comerciales vigentes con Estados Unidos, no están exentos del impacto. Aunque los aranceles se han fijado inicialmente en un 10 %, sectores sensibles como agroindustria, manufactura y textiles podrían experimentar afectaciones si no se logra una revisión oportuna de las condiciones pactadas.
¿Cómo va la negociación de Colombia?
Colombia enfrenta una coyuntura desafiante. Cerca del 30 % de sus exportaciones tienen como destino Estados Unidos, y aunque los hidrocarburos —que representan más de la mitad de ese comercio— han sido excluidos del nuevo arancel del 10 %, sectores como la agroindustria y la manufactura están en riesgo si no se logra una revisión oportuna de esas tarifas.
María Claudia Lacouture, directora de la Cámara Colombo-Americana, advirtió que, en el mejor escenario, Colombia lograría mantener el arancel en un 10 % sin aumentos. Sin embargo, Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, señaló con preocupación que, a diferencia de otros países latinoamericanos, Colombia aún no ha adoptado una posición de negociación clara ni proactiva.
Aunque las exportaciones no minero-energéticas crecieron un 11 % recientemente, la falta de una estrategia comercial sólida por parte del Gobierno podría poner en jaque la competitividad de sectores clave. En este contexto, actuar con liderazgo, visión y urgencia ya no es una opción: es una necesidad.
Cómo Xemdal te ayuda a enfrentar los desafíos arancelarios
Los cambios en las políticas arancelarias de Estados Unidos representan un reto complejo que va más allá de simples trámites. En Xemdal comprendemos la presión que esto genera sobre la operación, la regulación y los costos de las empresas latinoamericanas. Por eso, acompañamos a tu negocio con un enfoque estratégico que convierte la incertidumbre en una ventaja competitiva.
A través de nuestra unidad de Tercerización en Comercio Exterior, te ofrecemos soluciones integrales para:
En un entorno cambiante, contar con un socio especializado hace la diferencia. En Xemdal estamos listos para ser ese aliado estratégico ¿Quieres que te acompañemos en este camino? Hablemos y construyamos juntos la estrategia que tu empresa necesita.








